John W. James and Russell Friedman, fundadores del Grief Recovery Institute® y autores del Manual de Recuperación de la Pena Emocional.
Al revisar nuestras emociones en fechas como la del día del padre, en nuestras mentes y corazones a menudo descubrimos un nivel de reconocimiento que no tuvimos o expresamos directamente a nuestros papás exactamente de la forma en que ahora lo sentimos.
En una de esas revisiones casi automáticas que hice hace años, me di cuenta de lo mucho que significaba para mí que mi padre hubiera pasado tantas horas jugando al béisbol conmigo cuando yo era un niño. Yo estaba bastante seguro de que siempre le había dado las gracias, pero yo sabía que nunca me había sentado con él como un adulto para decirle exactamente lo que eso había significado para mí.
Afortunadamente, cuando tuve esa conciencia, mi padre todavía estaba vivo. En un impulso, reservé un viaje a Florida para visitarle, con el expreso propósito de expresar mi agradecimiento a él. [Sí, mi padre, como yo, amaba el juego de palabras.]
Ese viaje resultó ser uno de los mejores impulsos que he tenido y seguido. Fue un poco difícil para mi papá permanecer sentado y aceptar los elogios y agradecimientos que le estaba dando, pero se las arregló para hacerlo, aunque sólo un poco.
Sin embargo, eso abrió su banco de memoria. Ya que estábamos hablando de béisbol, mi papá me dijo con gran detalle sobre el tiempo que le había lanzado a Babe Ruth en el entrenamiento primaveral. Aunque yo ya conocía la mayoría de la historia, no le iba a robar la alegría de contarla de nuevo.
Mi padre fue un jugador de béisbol semi profesional en la década de los 30, cuando había ligas industriales con equipos patrocinados por las grandes corporaciones. Un año, mi padre y uno de sus amigos lograron hacerse invitar al campamento de entrenamiento de primavera de los Yankes de Nueva York.
Para fortuna de ellos, a mi padre lo pusieron en un juego a lanzar a Babe Ruth. Papá dijo que Ruth golpeó uno de sus lanzamientos tan duro y lejos, que es probable que todavía esté en órbita en alguna parte. Más tarde ese día, The Babe invitó a papá y a un montón de los otros chicos jóvenes a jugar bolos con él. Ellos se divirtieron mucho.
Papá recordaba que The Babe lo llamó “niño”igual que a todos los demás. Resulta que The Babe era un gran bebedor de tal manera que él nunca recordaba el nombre de nadie y “niño” se convirtió en el saludo universal, de modo que no olvidaba el nombre de nadie.
Pocos años después de ese viaje que hice a Florida para tener esa conversación con mi padre, él murió, a los 93 años. Huelga decir que, en el día que recibí la llamada avisándome de su muerte, uno de mis primeros recuerdos fue ese viaje y la historia que me contó de su juego con El Gran Babe.
Los recuerdos Siguen Llegando
La muerte de mi padre no era el final de mis recuerdos con él y de los descubrimientos sobre otras cosas que me hubiera gustado haber conversardo con él. Tampoco con su muerte se acabaron los eventos que me hubiera gustado compartir con el.
En diciembre de 2010, mi esposa y yo tuvimos el privilegio de asistir al Kennedy Center Honors, como parte del del grupo de uno de los homenajeados, Jerry Herman. Jerry escribió Hello Dolly y Mame y otros espectáculos de Broadway. Además de estar con nuestro amigo, Jerry, tuvimos que pasar mucho tiempo con los otros cuatro premiados, Oprah, Sir Paul McCartney, Merle Haggard, y Bill T. Jones. Es posible que haya oído hablar de algunos de ellos.
Igualmente emocionante fue que nos reunimos, conversamos y nos tomaron foto con el presidente y la primera dama en la Casa Blanca. También fuimos parte de una elegante velada en el Departamento de Estado. Y mucho, mucho más.
¿Se imagina lo mucho que me hubiera gustado compartir ese fascinante fin de semana con mi papá? En cierto modo, es mi historia de Babe Ruth. Una de esas cosas mágicas, con las que soñamos que nos pasen una vez -en-la-vida.
Y porque mi papá no estaba vivo para compartirla con él, se convirtió en una nueva pieza emocional pendiente que tenía que ser completada compartiéndola con uno de mis confidentes. No era una comunicación complicada, pero sí emocionalmente importante para mí. Mi amigo escuchó mientras hablé de lo emocionante que había sido para mí como ciudadano americano estar en la Casa Blanca y en realidad hablar con el presidente, y lo triste que era que papá no estaba aquí para compartirlo conmigo. Aunque mis palabras iban dirigidas a mi papá que no estaba allí, estaban siendo escuchado por alguien en quien confiaba. Al acercarme al final de lo que necesitaba decir, las lágrimas brotaron de mis ojos. Cuando terminé, mi amigo me ofreció un abrazo, que he aceptado con gratitud.
Deportes que me vinculan a mi padre y al presidente
Dado que el deporte era un tema habitual en la relación con mi papá, es probable que no le sorprenda saber que el deporte fue el tema de mi breve charla con el Presidente. Verá, me reuní con el Presidente sólo unos días después de un incidente en el que le habían tenido que coser 12 puntos de sutura en su boca después de recibir un codazo en un partido de baloncesto.
La conexión extraña fue que el día que el Presidente se lesionó, yo estaba jugando al golf con Rudy Tomjanovich, un ex jugador profesional de baloncesto y entrenador que una vez estuvo involucrado en un incidente infame en el que le dieron un golpe en la cara durante un partido de baloncesto. El Presidente estaba muy consciente de ese evento y me pidió que le diera sus saludos a Rudy T-cosa que hice.
Como se puede ver, el hilo de los deportes en mi vida y su relación con mi padre es un vínculo emocional muy fuerte, uno por el cual estoy excepcionalmente agradecido. Aunque pienso en mi padre a menudo, cada Día del Padre prende la llama y se hace presente en mi mente y corazón.
Y ahora siento alegría de mis recuerdos al compartir un poco de mi padre con ustedes. Espero que sigan mi ejemplo y compartan sus recuerdos con las personas cercanas a ustedes.
Recuperación emocional y festividades: Día de la Madre y Otros días de fiesta
Puede ser evidente, pero vamos a decirlo de todos modos. Todo lo que se aplica en este artículo con respecto a nuestros padres, también se refiere a nuestras madres. De hecho, se refiere a todas las personas importantes en nuestra vida.
Por favor, aprendan y apliquen los principios y las acciones de El Método de Recuperación de la Pena Emocional en sus vidas. Ellos se explican en detalle en el Manual de Recuperación de la Pena Emocional que está disponible en la mayoría de las bibliotecas y librerías.
http://www.griefrecoverymethod.com/2011/06/holiday-grief-support-fathers-day/
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